La aerotermia es la alternativa eficiente y sostenible a las calderas tradicionales. Este sistema aprovecha la energía contenida en el aire exterior para generar calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria. Al sustituir una caldera de gasoil por aerotermia, se consigue reducir el consumo energético y las emisiones de CO₂. En España, cada vez más hogares optan por esta tecnología, incentivados por su alto rendimiento y las ayudas gubernamentales disponibles.
¿Qué es la aerotermia?
La aerotermia es un sistema de calefacción, refrigeración y agua caliente eficiente. Funciona extrayendo la energía térmica presente en el aire exterior para calentar o enfriar el hogar. Este proceso se realiza mediante una bomba de calor aerotérmica, que utiliza un ciclo termodinámico para transferir la energía del aire a la vivienda. No genera combustión ni emisiones directas, lo que la convierte en una opción más limpia y sostenible que los sistemas tradicionales de gasoil o gas.
Beneficios económicos y ambientales de la aerotermia
El ahorro económico es significativo con la aerotermia. Por cada kWh de electricidad consumido, una bomba de calor aerotérmica puede generar hasta 4 kWh de energía térmica, lo que se traduce en un rendimiento del 300%. Esto permite reducir la factura de calefacción hasta en un 35%, según estimaciones de Calor y Frío. Esta eficiencia permite reducir la factura de calefacción considerablemente. Además, la volatilidad del precio del gasoil en los últimos años hace que la aerotermia sea una alternativa cada vez más rentable.
La aerotermia ofrece un alto rendimiento energético en comparación con calderas tradicionales. Su coeficiente de rendimiento (COP) puede superar el 300%, lo que implica una mayor eficiencia en el uso de la energía. Esto reduce la demanda de electricidad y maximiza la producción de calor en el hogar. En comparación, una caldera de gasoil apenas alcanza un rendimiento del 85%, lo que supone un desperdicio energético considerable. Este ahorro se traduce en menores costes de calefacción y un menor impacto medioambiental.
La aerotermia alcanza un 300% de eficiencia, frente al 85% de las calderas de gasoil
Reducir las emisiones de CO₂ es clave en la transición energética. La calefacción basada en combustibles fósiles es una de las principales fuentes de emisiones domésticas en España. La aerotermia, al no quemar combustibles, puede reducir hasta un 70% las emisiones de gases contaminantes. Según la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización (AFEC), la aerotermia contribuye significativamente a los objetivos de descarbonización europeos.
El proceso de instalación paso a paso
Instalar un sistema de aerotermia es un proceso organizado y sencillo. Primero, nuestro equipo en Bluegold Energía evalúa la vivienda para determinar la potencia necesaria y el tipo de instalación más adecuada. Luego, se procede a la instalación de la unidad exterior, la unidad interior y la conexión con los emisores de calor, como radiadores o suelo radiante. Este proceso puede requerir algunas adaptaciones en el sistema de tuberías si la vivienda es antigua. Finalmente, en Bluegold Energía realizamos pruebas para asegurar que el sistema funciona correctamente y de manera eficiente.
El tiempo de instalación es corto y tiene un impacto mínimo. En la mayoría de las viviendas, la instalación completa de un sistema de aerotermia se realiza en aproximadamente 3 a 5 días, dependiendo de la complejidad del proyecto. Durante este periodo, se pueden producir algunas molestias menores, como trabajos en las tuberías o el montaje de nuevos emisores de calor, pero en general, no es una obra invasiva. Una vez instalado por nuestro equipo, el sistema empieza a generar ahorro energético desde el primer día.
La instalación de aerotermia suele completarse en pocos días, con mínimas molestias para el hogar
Inversión inicial y amortización
El coste inicial de la aerotermia se recupera con el ahorro. La instalación de un sistema de aerotermia en una vivienda unifamiliar cuesta entre 8.000 y 14.000 euros, dependiendo de la potencia y si es necesario adaptar los radiadores o instalar suelo radiante. Aunque esta cifra puede parecer elevada, los ahorros en la factura de calefacción permiten amortizar la inversión en un plazo de 5 a 7 años.
Los costes de mantenimiento son mucho menores que en una caldera. Una caldera de gasoil requiere revisiones periódicas y un mantenimiento constante debido a la acumulación de residuos de combustión. En cambio, una bomba de calor aerotérmica no genera residuos y apenas necesita mantenimiento más allá de la limpieza de filtros y revisión del sistema cada 2 años. Esto supone otro ahorro adicional para el usuario.
La aerotermia requiere menos mantenimiento que una caldera de gasoil
Comodidad y adaptabilidad en el hogar
La aerotermia se adapta a viviendas nuevas y existentes. Su instalación es compatible con radiadores de baja temperatura, fancoils o suelo radiante. En viviendas con radiadores convencionales, puede ser necesario sustituirlos por modelos adaptados a temperaturas de impulsión más bajas para mejorar el rendimiento. Sin embargo, en muchos casos, la aerotermia puede aprovechar la instalación existente sin necesidad de grandes reformas.
Elimina la necesidad de almacenamiento y suministro de combustible. Las calderas de gasoil requieren depósitos de almacenamiento y un suministro continuo, lo que implica logística y costes adicionales. Con la aerotermia, todo el proceso es automático y no depende de empresas distribuidoras de combustible. Además, los sistemas modernos son silenciosos y ocupan menos espacio que una caldera con depósito de gasoil.
La aerotermia elimina el almacenamiento y suministro de combustible, reduciendo costes y espacio
Conclusión
La aerotermia es la mejor opción para el futuro de la climatización. Su alta eficiencia, el ahorro económico y la reducción de emisiones la convierten en una alternativa superior a las calderas de gasoil. Aunque la inversión inicial pueda parecer elevada, las ayudas disponibles y el rápido retorno económico hacen que merezca la pena el cambio.